La violencia de género representa un grave problema de salud pública a nivel mundial y, la violencia en las relaciones de pareja en la adolescencia supone, en la actualidad, uno de los problemas sociales más serios al que nos enfrentamos los/as profesionales del ámbito psicosocioeducativo.
La violencia de género está aumentando de forma considerable entre los y las jóvenes adolescentes y existe una actitud permisiva o comprensiva hacia ella tanto por los hombres como por las mujeres. Es algo que no se explica teniendo en cuenta que este colectivo ha recibido y recibe una educación igualitaria y radicalmente contraria al sexismo, al machismo y a la violencia de género. Además, parece que normalmente se piensa que el sexismo y la violencia de género es algo casi exclusivo de personas con una cierta edad y cuando se produce en adolescentes se achaca a fenómenos más relacionados con la poca edad y con la inmadurez que con cuestiones de más calado y unidas a conductas de dominación sexista.
Los adolescentes y jóvenes están influidos por las connotaciones culturales y ambientales, por los medios de comunicación o las redes sociales, y, desgraciadamente, en el mundo actual esto les permite incorporar a su comportamiento actuaciones sexistas que pueden desembocar en violencia.
Saber detectar de manera temprana los casos de violencia de género en adolescentes es clave para intervenir de manera inmediata, derivar a los servicios especializados y ayudar así a erradicar el problema. La colaboración, desde su ámbito, de cada profesional es imprescindible en esta importante tarea.
Es imprescindible facilitar la adquisición de destrezas específicas para el abordaje de esta problemática.